¿Renovar o reemplazar las ventanas antiguas?

En comparación con los modelos modernos, las ventanas antiguas presentan varias desventajas, sobre todo en cuanto a aislamiento térmico y acústico, lo que también origina costes energéticos bastante más altos. Para mejorar estas propiedades de las ventanas, tiene sentido considerar una renovación o una sustitución completa. Así, no solo se puede mejorar el aislamiento térmico y acústico, sino que los nuevos modelos también ofrecen una protección mucho mejor contra los ladrones. En este sentido hay varias posibilidades: o bien se reemplazan completamente las ventanas o se lleva a cabo una renovación en la que solo se cambian las juntas y los vidrios de revestimiento o el acristalamiento. Además de los diferentes costes, también hay que tener en cuenta la antigüedad de las ventanas y el tipo y condición del edificio. Según todo esto, uno de los tres métodos será el más adecuado.

En comparación con una sustitución completa o el cambio del acristalamiento, esta variante de renovación de ventanas es bastante barata, pero solo se considerará si la estructura del edificio y el marco de la ventana siguen estando en buenas condiciones. Dependiendo de qué propiedades de la ventana haya que mejorar, se pueden integrar diferentes materiales de sellado. Así, se emplean diversos materiales y procesos para mejorar el aislamiento térmico, optimizar el aislamiento acústico o proteger contra la humedad. En el caso de ventanas de madera antiguas sin juntas, puede integrarse, por ejemplo, una tira en el marco. Además de los diferentes materiales de sellado, también es posible instalar vidrios adicionales o de revestimiento, lo que aumenta el aislamiento térmico de la ventana. En el caso de tener un antiguo acristalamiento simple, el llamado valor U puede mejorarse así hasta en un 40 por ciento. El valor U es una medida de la permeabilidad al calor de una ventana. Además, con este método también se mejora el aislamiento acústico y la protección antirrobo. Otra opción es la instalación de láminas para ventanas, que aseguran un aislamiento acústico y térmico optimizado.

Si el marco de la ventana aún está en buenas condiciones, puede considerarse la sustitución del acristalamiento para mejorar el aislamiento térmico de la ventana. Esto tiene sentido sobre todo si se debe conservar el marco por razones estéticas o en el caso de edificios catalogados como monumento histórico. Además de los modernos acristalamientos múltiples, también es posible instalar vidrios revestidos. Sin embargo, su valor U suele ser peor que el de los vidrios normales. Además, si se renuevan las ventanas de una estancia en la que hay una chimenea abierta, es importante consultar a un deshollinador antes de los trabajos de construcción. Si se produce un cambio en el aislamiento de las ventanas, también cambia el suministro de aire desde el exterior, lo que puede tener un efecto negativo en el funcionamiento de una estufa.

Además de los diversos métodos de renovación, hay otros factores que también desempeñan un papel importante. Cuando se cambia el marco, hay que elegir el material adecuado. Los modelos de PVC no solo son más baratos que los marcos similares hechos de madera o aluminio, sino también más fáciles de mantener. Además, es posible personalizar el color de los marcos y así adaptarlos a la fachada o al diseño interior. También hay que decidir entre doble o triple acristalamiento. Para que la sustitución de las ventanas la financie el KfW, suele ser necesario un triple acristalamiento. Antes de sustituir las ventanas, también es necesario informarse sobre otros detalles, como los distintos dispositivos de apertura o el tamaño de estas, para poder tomar la decisión correcta. En cualquier caso, es aconsejable consultar a un especialista antes de renovar las ventanas.